Rio de aromas y de colores
Embárcate en una travesía hacia Tutunendo, un tesoro resguardado por la exuberante selva y acariciado por los cristalinos ríos de esta región. Su nombre, que significa “Río de Rosas” o fragancia, evoca la esencia misma de este paraíso noroeste de Quibdó, la joya del Departamento del Chocó.
A tan solo 17 kilómetros por carretera desde la capital, o tres horas descendiendo por el río Neguá, afluente del majestuoso río Atrato, Tutunendo se revela como un secreto bien guardado.
Limitando al norte con la Troje, al oriente con San Francisco de Ichó, al occidente con el río Cabí y al sur con el corregimiento del 18 en la vía hacia Medellín, Tutunendo despliega su magnificencia en medio de la naturaleza.
El clima cálido y húmedo, típico de la región del Pacífico chocoano, acoge a los visitantes a una altitud de 43 metros sobre el nivel del mar, con temperaturas oscilando entre los 26 °C y 28 °C.
Este rincón con historia, fundado en 1872 por Geronima Velásquez, conocida como “La Choma”, antes llevaba el nombre de San Antonio. Sus primeros pobladores, Anastasio Zea y Marcio Mendoza, tejieron los primeros hilos de su narrativa.
Hogar de 4,000 almas, Tutunendo refleja la diversidad de la región, con un 70% de población negra, mayoritariamente jóvenes entre 14 y 25 años, y un 30% de población indígena, perteneciente a los grupos Embera y Cunas. Estos últimos, asentados en las orillas de los ríos Ichó, Tutunendo y Neguá, así como en poblaciones como Cara de Perro, Guadalupe, Motordó, Playa Alta y el Veintiuno (Resguardos Indígenas), aportan a la riqueza cultural y económica a través de la agricultura, caza, pesca y su vibrante intercambio comercial y cultural con la población local y Quibdó durante los fines de semana.
Ven y sumérgete en la magia de Tutunendo, donde la historia, la naturaleza y la diversidad se entrelazan para crear una experiencia única en el Chocó.
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